miércoles, 23 de octubre de 2013

un relato corto

La lluvia se agolpaba en mi cristal y las gotas  transparentes , discurrían por  la ventana del dormitorio de extremo a extremo . Mi nublada mente , al ver las agujas translucidas caer del inmenso cielo , se pone a funcionar y a crear vínculos de la nada . Y empiezo a pensar en la soledad que me embarga desde que perdí a Glufy , mi perro . La unidad de todas estas maravillosas lágrimas celestes , que riegan los cultivos del hombre y hacen mas fuertes a los caudalosos ríos , activan una mecánica interna que asocia la compenetración que yo tenia con Glufy  y la lluvia . Luego reflexiono y me doy cuenta de que me estoy volviendo realmente loco.
Todas las personas que me rodean me dicen sin cesar que no tengo que darle tanta importancia, que es un animal sin más . Intenté hacerles caso pero es difícil olvidar algo cuando piensas en ello sin tregua. Su muerte había sido un golpe inesperadamente doloroso. Era viejo , bien lo sabía yo ,llevaba concienciándome de que algún día de estos moriría desde que cumplió los catorce años .  
Pero ahora que me doy cuenta lo que me tiene tan preocupado al fin y al cabo no es el acontecimiento en si , sino lo que lo rodea. La muerte , que todos los seres humanos han temido desde tiempos inmemoriales y a la que intentamos poner solución a toda costa . Definitivamente no era el fallecimiento de mi malaventurado perro lo que me quitaba el sueño sino , el fin en sí .
Aterrado por esta idea, tuve la ocurrencia de ir a ver al psicólogo , a un profesional , para que me aconsejara en esta tempestad . Que me recetara medicamentos o que hiciera cualquier terapia que me devolviera mi ausente felicidad. Y así fue como , en plena lluvia dejé de mi amplio piso , propiedad de mi abuelo , que me lo dejo en herencia hacía ya diez años . Descendí un peldaño tras otro  de mi medio putrefacta escalera de madera , corroída de la humedad . Me dirigí hacia el saloncito con sofás color café y abrí un cajón situado en el mueble de la televisión , del que saqué unas llaves que esperaba tuvieran batería.
Abrí la puerta de casa y crucé mi jardín , con sus hojas caídas, características del bien entrado otoño . Con paso firme puse rumbo al coche , abrí la pesada puerta del trastero que era también taller y garaje y contemplé  mi coche , un todoterreno marca Toyota que había estrenado hacía ya año y medio. Presioné el botón de la llave a distancia ,”clac”, la puerta granate se abrió automáticamente y me metí en el vehículo . Arranqué motores y salí de mi estancia en las afueras de BearCity una ciudad que le debe su nombre a un parque natural de osos que hay al lado. Una pequeña ciudad veraniega que tenía apenas los diez mil habitantes , pero aun así había instalaciones de todo tipo para que los ricachones que veraneaban ahí no tuvieran ninguna incomodidad . Tomé la carretera secundaria , embarrada y polvorienta , que lleva al centro , pero no prestaba realmente ningún cuidado al volante. Conducía con desgana , pensando en que la muerte también me llegaría a mi y que quizás el perro había sido un símbolo. Me sorprendí a mi mismo a punto de volver a casa para que la tragedia no me encontrara a mí como lo había hecho con Glufy .

En medio de toda aquella nube de pensamientos negros y supersticiosos en la que estaba envuelto , la realidad me devolvió a ella con un golpe seco contra el airbag . Todo perdió su forma y el coche empezó a dar vueltas de campana , luego, la oscuridad .

martes, 22 de octubre de 2013

Me llamo Derek , Derek Estrausen. Tengo veinticinco años y he decidido ser escritor. Llevo haciendo historias desde que tenia once años, pero cuando les anuncié a mis padres que quería escribir para ganarme el pan , la noticia no fue bien recibida . Asi que estoy en la calle.
-de eso no puedes vivir ¿estas loco? .- me exclamó mi padre al borde de la ira
-verás como sí.- le solté y no he vuelto a verle.
Hago trabajos como camarero , dependiente y guarda , además de mi sueño de escribir y vivir de ello . Pero desde que tuve aquella magnifica idea de irme de casa ya he obrado como minero , operador de compañía telefónica , oficinista , conductor… Escribí mi primer libro cuando ya llevaba medio año malviviendo en un piso de estudiante que apenas sí tenia dos habitaciones .
A el libro lo titulé :*La rata de Berlín *. Tuvo su choque en las librerías , pero no el suficiente como para que la editorial me pagara un salario generoso , o cuanto menos , decente.
Ya llevo un año entero y un tercio del siguiente en las calles de la ciudad alemana . Pero la verdad es que no me puedo quejar , de camino a la inspiración conocí a muchas personas , y escribí un diario con todas las aventuras que me ocurrieron , no pocas. E aquí pues mis peripecias : 

13/11/2009:Todo empieza .

si quieres ver la siguiente porción de la historia , comenta .  
Las bodas de oro


Las bodas de oro ya han llegado
Son símbolo de una longeva unión
Cincuenta años llevan de casados
Sin caer en la desesperación

Durante este tiempo han recibido
Ya de dios su bendición
Y tres hijos han nacido
Motivo de celebración

A Pompeya hemos venido
Gracias a una invitación
Todos nos hemos divertido

En la ciudad de la petrificación 

martes, 27 de agosto de 2013

LA PIEDRA SECRETA



Para una ciudad marítima como Lyse una guerra podría suponer el fin. La ciudad estaba repleta de comerciantes, que si no conseguían vender sus mercancías abandonaban la pequeña fortificación. Lyse estaba protegida por unos cuantos torreones esparcidos por la costa pero eso no sería suficiente, el señor del rayo tenía 20 soldados por cada soldado Lyseno, y eso que lyse contaba con 5000 soldados y 200 galeras de combate. -Si no fuera por culpa del incompetente rey… nada de esto hubiera sucedido -. Suspiró tom a su tío pedro. –Tshhhh no digas tonterías, los capas rojas podrían oírte -. Respondió su tío aterrado. –Y a mí que, que se me lleven a las mazmorras reales, comería mejor que aquí… -
Lyse era una ciudad costera muy visitada por ricos comerciantes pero eso no quería decir que no hubiera mucha pobreza, de hecho más de la mitad de los habitantes eran pobres. La ciudad estaba situada en la costa y también era llamada Desierto rojo, por el extenso desierto de piedra roja como la sangre que se encontraba de espaldas a la ciudad. Muchas leyendas decían que la piedra secreta se encontraba allí, y muchos exploradores habían acudido a la ciudad a hacer excavaciones, en busca de una piedra que según muchos, despertaría a un ejército oscuro que obedecería a aquel que poseyera la piedra. Pero Tom a sus 20 años pensaba que esas eran la clase de tonterías que se les contaban a los niños para meterles miedo. En aquel momento reinaba un rey llamado Robb al que a sus espaldas llamaban el rey derrochador, pues vaciaba las arcas de Desierto rojo. Robb en un día de borrachera había comenzado una guerra, y no contra cualquier incompetente rey menor, no… contra el señor del rayo, señor más poderoso de toda la páncrea . En páncrea (así era como llamaban los pancreños a los cuatro reinos ) Había cuatro grandes reyes y luego pequeños reinos vasallos de los reyes , y el Desierto rojo estaba situado al sur , era la tierra más amplia pero también la más desolada . Lyse era la capital de desierto rojo , pero también llamaban a Lyse por el nombre del territorio pues era una de las pocas ciudades habitadas .

El joven tom era un pobre chaval que vivía en los suburbios de la ciudad , tenía solo a su tío y no conocía a su familia , a su alrededor pasaban muchas veces cosas extrañas . A veces hacia arder a una persona que lo había hecho enfadar o se sentía mas fresco los días que hacía más calor … Su tío y el hacían lo que podían por entregar los impuestos a  Robb el rey , pero más de una vez habían faltado al pago y los capas rojas que era la guardia de la ciudad les habían dicho – Si el próximo pago no lo entregáis lo lamentareis .- Tom no les había hecho ni caso pero cuando vinieron a por la deuda , y el tío pedro les dijo que no tenía el dinero , Un guardia dijo : -os lo advertimos .- y le corto el cuello a Pedro de oreja a oreja . Ese momento , despertó algo dormido en  lo mas profundo de Tom ,  sus habituales ojos color azul se le tornaron rojo , El muchacho se limitó a dejar fluir su ira hacia los tres soldados que estaban frente a el . Un torrente de llamas apareció de la nada y pronto convirtió en cenizas a los tres guardias , junto con su casa y todos los tugurios de 2 manzanas a la redonda .